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Los seres humanos estamos solos. Por ahora no tenemos nadie más con quien conversar, irnos de fiesta, o jugar boliche; nadie más en todo el Universo. Sin contar a nuestro mejor amigo canino, a algún chimpancé simpático o un delfín súpergenio; nuestra especie se encuentra sola en la bastedad del Universo conocido, al menos por el momento.

 

 

Una de las más grandes incógnitas de la historia de nuestra existencia siempre ha sido: ¿Estamos de verdad solos en el Universo? O ¿Solamente estamos aislados de los demás?

 

 

La existencia de otras civilizaciones, nacidas y criadas en otros planetas; es por excelencia el blanco de las más alocadas imaginaciones por parte de artistas, escritores y científicos. El sólo hecho de imaginarnos un pueblo de seres completamente diferentes a nosotros, tanto física como intelectualmente, nos hace echar a volar la imaginación como si no hubiese un mañana. Una civilización de otro planeta tendría sus propias costumbres, métodos, creencias, lenguajes, ideologías, etc. El sólo hecho de llegar a conversar de alguna manera con algún ser de este tipo sería la experiencia más profunda que un ser humano podría llegar a experimentar.

 

 

Todo esto se escucha genial en nuestra mente, claro. Pero hay un ligero problema: No tenemos ni la más ligera idea de si alguna otra civilización aparte de la nuestra existe en todo el Universo. Y No! Laura Bozzo no cuenta como prueba de vida alienígena.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Alamierda! D:

 

 

Piensa en esto: como comentaba en el artículo “Nuestro lugar entre las estrellas” (que podrías encontrar en la sección de astronomía de este mismo blog, si quisieras) comentaba que vivimos en una galaxia bastante enorme. Nuestro sol no es más que uno de los 400mil millones de soles que existen sólo en La Vía Láctea. Y a su vez, nuestra galaxia no es más que una de las 100mil millones de galaxias que podemos observar desde nuestro vecindario cósmico. Sabiendo que según las estadísticas de la astronomía, el número de planetas debe ser mayor que el de las estrellas, podrás imaginarte el estúpidamente enorme número de planetas que hay en nuestro Universo (estamos hablando de más de diez mil trillones de ellos. Intentaré escribir ese número: 10,000,000,000,000,000,000,000).

 

 

Ahora bien, la mayoría de estos planetas jamás podría albergar vida, por supuesto. Tomando como pequeña referencia nuestro sistema solar, que está conformado por 8 planetas y montones de cuerpos más pequeños como lunas, planetas enanos y asteroides (He encontrado diversos datos sobre el número de cuerpos de tamaño decente como para tener en cuenta, pero lo redondearemos a 100) que cuentan con las dimensiones y la gravedad suficientes para ser considerados mundos; sólo uno de ellos, es decir el 1%, tiene todo lo necesario para mantener la vida y tú estás sentado en él justo en este momento. Suertudote.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hogar, dulce hogar.

 

 

Aun así, poniéndonos emos y siendo pesimistas, aceptando que el promedio de mundos habitables (hablamos de planetas, lunas y asteroides, entre otros) en todos los sistemas solares es solamente del 1%, debe haber entonces alrededor de mil millones de ellos sólo en nuestra galaxia (1,000,000,000). Echando a volar la imaginación y suponiendo que en sólo 1 de cada 1,000 mundos habitables en realidad llega a aparecer vida; tendríamos alrededor de 10 millones de mundos habitados (10,000,000) al menos por organismos simples como algas, peces, microbios (o su equivalente alienígeno). Si ya de plano queremos hacer un viaje express a Imaginaciónlandia y hacemos la suposición de que en por lo menos un 1% de estos planetas habitados alguna civilización podría llegar a evolucionar tanto como nosotros, entonces sólo en nuestra galaxia tendríamos como vecinos a al menos unas cien mil (100,000) civilizaciones más o menos tan avanzadas como la nuestra.

 

 

Estos cálculos que menciono aquí no me los he sacado de la manga. Existe la llamada Ecuación de Drake. Que sirve para calcular probabilísticamente el número de civilizaciones que debe existir en alguna galaxia en particular, basándose en su tamaño y antigüedad. Ya hablaré en otro artículo sobre la Ecuación de Drake.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

N = R * Fp * Ne * Fl * Fi * Fc * L

 

 

Y eso que sólo estamos tomando en cuenta las 3 dimensiones espaciales hasta ahora (x,y,z), si a estos datos le sumamos el hecho que nuestra galaxia no sólo es enorme sino vieja, muy muy vieja (13mil millones de años); el panorama aún se pone más bonito para los aliens, ya que ha habido mucho tiempo para que estas civilizaciones hubieran podido evolucionar desde organismos unicelulares hasta formar imperios galácticos e incluso haber terminado sus entrenamientos de Jedi.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“Un monstruochi, nos comechi” –Jar Jar Binks.

 

 

Ahora bien, si nuestra galaxia está tan llena de vida ¿Dónde demonios están todos?

 

 

Desde que hemos comenzado a buscar pruebas de vida inteligente fuera de nuestro planeta, de forma más o menos formal, digamos unos 200 años. El total de pruebas reales de inteligencia extraterrestre suma la nada modesta cifra de: 0.

 

 

Quitando los testimonios de gente borracha, los videos de celular Nokia borrosos, los artefactos de fayuca de supuesto origen extraterrestre, los campos de trigo molestados por granjeros, y los programas de “investigación científica” de History Channel. No tenemos ni la más mínima señal de algún hombrecillo verde, ni una sola. E.T. llamó sin dejar buzón, al parecer.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“Al carajo el desarrollo de la humanidad, a mí denme

dinerossss” –History Channel HD.

 

 

Es por esto que el físico Enrico Fermi plantea en 1950, en medio de una conversación informal con otros físicos, propuso lo que ya después sería conocida como La paradoja de Fermi: Si las probabilidades de que alguna civilización extraterrestre exista son tan altas, ¿Por qué no vemos nada?. Las probabilidades entran en contradicción con las observaciones.

 

 

Enrico Fermi es considerado unos de los científicos más relevantes del siglo XX; ganó el premio Nobel de Física por sus estudios sobre la radiactividad inducida, logró la primera reacción controlada de fisión nuclear de la historia, y hasta le pusieron su nombre a un elemento químico de la tabla periódica (Fermio, Fm, 100). Creo que confío más en él, que en este otro tipo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Deben estar bromeando.

 

 

Pero bueno, éste es el problema con la paradoja de Fermi. Existen multitud de posibles respuestas a este dilema. De los cuales las más populares son las siguientes:

 

 

• No existe vida en el Universo entero, más que en la Tierra.

 

Esta opción parece poco probable. El material orgánico del que todo ser vivo en la Tierra está formado abunda en el Universo. Es difícil imaginar que en ningún otro lugar del cosmos se hayan dado las condiciones propicias para la vida. Incluso podría existir otro tipo de vida que no podamos imaginarnos. Organismos basados en otro tipo de química, que se las hayan apañado para sobrevivir en ambientes que desde nuestro punto de vista serían inhabitables.

 

 

Como quiera, es una posibilidad, que estemos de hecho solos en el Universo. Esta opción sería fascinante, pues no tienes una idea el grado de “especial” que tú y yo seríamos. Literalmente las joyas del Universo. Aun así... si no hay nadie más allá afuera, cuanto espacio desperdiciado ¿no?

 

 

• Existe y abunda la vida simple, pero no las civilizaciones inteligentes.

 

Se piensa que de existir la vida en el sistema solar, aparte de en la Tierra, claro; la descubriremos dentro de los próximos 20 años. Con tan sólo encontrar un pequeño microbio en alguna luna o un asteroide, las posibilidades de que el Universo esté lleno de vida se dispararían por los aires.

 

 

Pero no nos emocionemos, pues que exista vida extraterrestre no necesariamente significa que haya vida inteligente. Nosotros tuvimos suerte. Mucha suerte. Una infinidad de condiciones han tenido que cumplirse para que yo pudiera estar aquí escribiendo, y tú ahí leyendo.

 

 

A esto se le llama El Principio Antrópico, y enuncia que cualquier organismo con conciencia que se pusiera a debrayar sobre su existencia llegaría a la conclusión de que el Universo fue hecho para él, pues todo se tuvo que cumplir exacto para que él viviera y llegara a esta conclusión. Es decir, El Principio Antrópico se puede resumir en la siguiente frase: “El Universo es como es, porque yo lo veo así. Si fuera un poco diferente, no lo estaría viendo pues yo no existiría”. Ya hablaré más detalladamente sobre El principio antrópico en otra ocasión.

 

 

Pero me estoy saliendo por la tangente una vez más.

 

 

La principal idea que propone esta posibilidad es la existencia de algún tipo de “filtro” que toda especie que intente aspirar a civilización intergaláctica tenga que atravesar antes de conquistar el Universo con sus naves espaciales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No sabemos cuál sería este filtro (o filtros) ni tampoco

si nosotros ya lo hemos superado.

 

 

Sería por esta razón que no vemos señales de vida inteligente.  Ya que aunque sería algo relativamente común que aparezcan organismos simples por doquier, también sería algo común que se extingan antes de inventar las hamburguesas con queso.

Para llegar a las estrellas, una civilización tendría que descubrir fuentes de energía muy poderosas (cómo la energía nuclear, o la anti-materia) lo que también conduciría a un grandísimo riesgo de autodestrucción con armas o por accidente. Nosotros aún no cruzamos este posible filtro, obviamente.

 

 

• Existen las civilizaciones inteligentes, pero están muy lejos de nosotros.

 

La galaxia es enorme, pequeño lector. Necesitarías viajar a la velocidad de la luz (300,000 km/s) durante 100,000 años para cruzarla de lado a lado. Alguna civilización que se encontrase en el otro extremo de la galaxia en estos momentos, y estuviera mandando señales de radio a lo loco, como nosotros; pasaría inadvertida por los siguientes 100,000 años para nosotros, ya que es el tiempo que sus señales tardarían en llegarnos.

 

 

Para que te hagas una idea, los seres humanos llevamos un poquito más de 100 años emitiendo ondas de radio para comunicarnose entre nosotros. Estas ondas no sólo llegan a nuestras antenas y ya; también salen despedidas hacia el espacio, a la velocidad de la luz.

 

 

Esto quiere decir que rodeando la Tierra en todas direcciones existe una esfera de un poco más de 100 años-luz  de radio. Creciendo cada día varios millones de kilómetros más, a la velocidad de la luz. Esta esfera de ondas electromagnéticas ya ha llegado a muchas estrellas vecinas, que de tener planetas habitados por seres inteligentes, capaces de recibir señales de radio, ya saben de nosotros y seguramente de todos los programas basura de la televisión como Jersey Shore.

 

 

Pero no te emociones tampoco, pues 100 años-luz no son nada comparados con el tamaño total de nuestra galaxia. La gran mayoría de estrellas no tendría ni idea que nosotros existimos aún.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ese punto azul es la esfera de 100 años-luz de radio (200 años-luz de diámetro) que

representa el alcance de nuestras señales de radio hasta ahora.

Todo el espacio fuera de ese puntito no tiene ni idea que existimos.

 

 

De la misma forma, cualquier civilización lejana que estuviera intentando comunicarse con nosotros en este momento, simplemente sería imposible de localizar. Para fines prácticos, no existe para nosotros.

 

 

• Existen civilizaciones inteligentes. Saben de nosotros. Pero no las vemos.

 

Ya que entramos en confianza, podemos seguir explorando el terreno de las ideas fantasiosas. Podría ser que existan civilizaciones que se intentan comunicar con nosotros pero usando métodos de los que no tenemos ni idea como interpretar. Por lo que pensamos que no hay nada ahí afuera.

 

 

Incluso hay quienes proponen la idea de que estos aliensillos locochones nos tienen aislados a propósito, para examinarnos como experimentos de laboratorio o esperando a que alcancemos un cierto nivel de desarrollo como civilización para invitarnos a la fiesta intergaláctica.

 

 

Obviamente estas ideas ya entran más en la ciencia ficción que otra cosa.

 

 

Hoy en día estamos solos en el Universo y habitamos el único planeta que puede albergar vida. Depende de nosotros si llegaremos algún día a conquistar la Galaxia, o seguiremos entorpeciendo el desarrollo de nuestra especie con todas nuestras ideas extrañas y supersticiosas. O si nos destruiremos nosotros mismos antes de poblar otros planetas, dejando a toda la historia de la humanidad en nada más que un mito olvidado para siempre en la bastedad del Universo.

 

 

 

 

 

 

 

Referencias:

El gran diseño- Stephen Hawking

https://es.wikipedia.org/wiki/Enrico_Fermi

https://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_solar

http://verne.elpais.com/verne/2015/04/15/articulo/1429098765_280220.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Paradoja_de_Fermi